Zunique apenas podía creer lo que oía. Tras 26 años de matrimonio, su marido quería el divorcio. El mismo hombre que la había manipulado y maltratado durante décadas llamaba ahora a la policía, y ella tendría que marcharse.
"Mi marido era alcohólico", dice Zunique. "Una de las razones por las que me quedé tanto tiempo fue para criar a mi nieto. Cuando cumplió la mayoría de edad y se fue de casa, los abusos empeoraron".
La repentina e inesperada libertad de Zunique la confundió al principio. Si la policía venía a por ella, ¿iba a ir a la cárcel? ¿Se quedaría sin hogar? No tenía familia en la zona. No tenía dónde acudir.
Un agente de policía aseguró a Zunique que no tenía problemas. La acompañó a un hospital cercano para que recibiera atención física y psicológica. Dos semanas después, el hospital la derivó a Phoenix Rescue Mission.
"Siempre tuve miedo de los refugios", dice Zunique. "Pero aquí ocurrió algo totalmente inesperado. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí cómoda. Fue entonces cuando supe que este lugar no era más que un milagro".
Aun así, comprendió que el camino hacia la curación sería cuesta arriba. Años de abusos emocionales le habían pasado factura. Zunique sacó fuerza interior del estudio de la Biblia. Formó un vínculo de hermandad con otras mujeres del Centro Cambiando Vidas que le levantaron el ánimo en los días más oscuros.
Mientras tanto, el asesoramiento psicológico ayudó a Zunique a profundizar en la raíz de su trauma. A medida que los miedos y ansiedades del pasado se desvanecían, veía nuevas y excitantes posibilidades. Había sobrevivido. Ahora era el momento de prosperar.
"Solía sentir que los muros se me cerraban. Como si no tuviera futuro", dice Zunique. "Ahora estoy trabajando para obtener mi GED. Tengo sueños y aspiraciones. Quiero recuperar mi propia vida, y ahora veo que eso está ocurriendo".
"Cada paso de este viaje ha sido pacífico y tranquilo", continúa. "Dios me ha mostrado lo que es el amor en este lugar".
Su colaboración hace que nuestro Centro Cambiando Vidas sea un refugio donde la curación se produce cada día. Si usted o alguien que conoce está sufriendo abusos a manos de una pareja doméstica, llame al 1-833-HOPE-PHX. Siempre hay ayuda disponible.