Declaración de Fe

Aquellos individuos asociados a llevar a cabo el propósito de Phoenix Rescue Mission deberán seguir estos principios de las Escrituras, para alinearse mejor con nuestra Misión, Visión y Valores:

Creemos que Dios es amor:

Conocer el verdadero amor es conocer a Jesucristo. Su amor promete curar y no dañar. Su amor ofrece esperanza y luz en la oscuridad. Su amor es perfecto. La demostración de Su amor se revela a través de Su palabra, Su deidad y Su hijo, nuestro Señor Jesucristo.

• Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada, infalible y con autoridad final. (2 Timoteo 3:16)
• Creemos que hay un solo Dios, que existe eternamente como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (1 Pedro 1:2)
• Creemos en la deidad de nuestro Señor Jesucristo, que nació de una virgen. (Mateo 1:23)

Creemos en la gracia de Dios:

Toda la humanidad vino al mundo como pecadores perdidos que necesitaban la salvación. La gracia, el amor inmerecido de Dios, hizo lo que ningún hombre podía hacer y reconcilió a la humanidad con Dios. Este bondadoso regalo presentó a la humanidad la oportunidad de la vida eterna a través de Jesucristo.

• Creemos que el hombre es redimido por la muerte expiatoria de Jesús mediante su sangre derramada. (Apocalipsis 5:9)
• Creemos que Jesús resucitó corporalmente y ascendió al cielo, y que vendrá de nuevo con poder y gran gloria. (1 Tesalonicenses 4:17)
• Creemos que los individuos se salvan a través de un encuentro directo y personal con el Señor resucitado, momento en el que el Espíritu Santo los regenera. (Efesios 2:8-9)
• Creemos en el ministerio presente del Espíritu Santo, por el cual Cristo mora en cada creyente, capacitándolo para vivir una vida piadosa de obediencia mientras alcanza la madurez. (Hechos 2:1-4)

Creemos que Dios restaura:

El perdón incondicional se ofrece a todos los que deciden aceptar a Jesucristo como su salvador personal. Su perdón va acompañado de la restauración. Él restaura el quebrantamiento del hombre ofreciendo paz y alegría como reemplazo adecuado. Una transformación espiritual del corazón es el resultado final.

• Creemos que toda persona debe recibir compasión, amor, amabilidad, respeto y dignidad. (Marcos 12:28-31; Lucas 6:31)
• Creemos que el Espíritu Santo une a todos los creyentes en el Señor Jesucristo y que juntos forman un solo cuerpo, una sola iglesia. (Filipenses 2:2)
• Creemos que Dios ofrece redención y restauración a todos los que confiesan y abandonan su pecado, buscando su misericordia y perdón a través de Jesucristo. (Hechos 3:19-21; Romanos 10:9-10; 1 Corintios 6:9-11)

Creemos que Dios transforma:

El don de ser transformados en la imagen de Jesucristo se le da a toda la humanidad. Aunque nunca seremos perfectos en nuestros cuerpos terrenales, podemos presentarnos impecables ante el Padre viviendo un estilo de vida que se esfuerza por reflejar a Jesucristo en todas las áreas.

• Creemos que somos instrumentos del amor de Dios en la tierra y que debemos procurar deliberadamente amar a nuestro prójimo. (Mateo 22:36-40)
• Creemos en el don del perdón de Cristo, que debemos corresponder con nuestro perdón a los demás. (Lucas 23:34)
• Creemos que es esforzarse por vivir vidas santas e irreprochables ante Dios buscando la mente de Cristo diariamente. (Romanos 12:1-2)

Creemos en la santidad del matrimonio:

El ministerio del matrimonio es la institución divina del hombre y la mujer que comparten una vida juntos en santo matrimonio. La belleza del matrimonio, en la unión de dos corazones, ilustra la intencionalidad de Cristo de estar casado con la iglesia.

• Creemos que Dios crea maravillosa e inmutablemente a cada persona como hombre o mujer. Estos dos géneros distintos y complementarios reflejan conjuntamente la imagen y la naturaleza de Dios. (Génesis 1:26-27)
• Creemos que el término "matrimonio" tiene un solo significado: la unión de un hombre y una mujer en una única y exclusiva unión, tal y como se describe en las Escrituras. (Génesis 2:18-25)
• Creemos que la intención de Dios es que la intimidad sexual ocurra sólo entre un hombre y una mujer casados entre sí. (1 Corintios 6:18; 7:2-5; Hebreos 13:4)