En 2015, Michele era adicta, estaba deprimida y tenía tendencias suicidas. Afortunadamente, su tía le sugirió que buscara ayuda en el centro Changing Lives de Phoenix Rescue Mission. Una decisión que le salvó la vida.
"Tenía una actitud y un comportamiento muy autodestructivo", dijo Michele. "Este lugar me ha cambiado. Ya no estoy enfadada ni amargada. Ahora me miro a mí misma y sacudo la cabeza. No sé quién era esa persona".
Gracias a su apoyo, Michele prosperó en la Misión. No sólo se graduó en nuestro programa de recuperación, sino que completó nuestro curso de liderazgo de servicio y nuestro riguroso programa de formación ministerial. Incluso la ayudaste a recuperar la custodia de su hijo de dos años, Brody, y le diste las herramientas que necesitaba para convertirse en una gran madre.
Pero eso fue hace cinco años. ¿Dónde está ahora?
Nos alegra informar de que Michele está más que recuperada: está persiguiendo sus sueños.
"Escribir siempre ha sido una de mis pasiones. Pero a lo largo de mi vida la dejé de lado porque siempre intentaba hacer felices a los demás. Lo que aprendí fue que también es importante hacer feliz a Michele".
Se matriculó en el Phoenix College para trabajar en su sueño. Encontró un trabajo como asistente administrativa en el Ejército de Salvación a través del programa Celebrate Recovery. No sabía que las habilidades que aprendió allí la prepararían para un puesto en Power Trade Media, una editorial de revistas comerciales.
"Hago sobre todo trabajo administrativo, pero también me he metido en el mundo de la escritura. Nuestra empresa produce un boletín de noticias de aviación en el que tengo que editar un poco y entrevistar a los pilotos. Es un momento emocionante para mí, porque es algo que realmente quiero hacer".
En medio de su éxito, está la Misión. Sigue manteniendo el contacto con los amigos que ha hecho en la recuperación y asiste a las funciones de los antiguos alumnos, incluida nuestra acampada de hace unos meses.
Hoy tiene su propio apartamento, está a punto de terminar su carrera de empresariales y las cosas parecen realmente brillantes para Michele y su hijo. Es realmente sorprendente lo que Dios puede hacer.
Pero es importante recordar que historias como ésta no ocurren por accidente. Sin la gracia de Dios y las oraciones y el apoyo de amigos como tú, la de Michele podría haber sido una historia muy diferente.
"Este programa me ha salvado la vida. Salvó la vida de mi hijo. Con el amor incondicional, pude vencer las probabilidades y seguir adelante."
Gracias por la colaboración que sigue haciendo posible una verdadera transformación en las vidas de los hombres y mujeres a los que servimos, ¡y que Dios nos bendiga!
