Historias de transformación: Victoria

La vida de Victoria se desmoronaba cuando el hambre la trajo a nuestras puertas. Esperaba un poco de comida. En lugar de eso, recibió una transformación total de su vida.


"Estuve a tres días de perder mi casa", recuerda Victoria. "A tres días de que el sheriff viniera y me echara el candado".

La ansiedad de esta sombría realidad se cernió sobre Victoria la primera vez que entró en el banco de alimentos Hope for Hunger de Phoenix Rescue Mission. Por aquel entonces, no creía que se pudiera hacer nada por su casa. Sólo esperaba recibir algunos alimentos. Sus hijos y nietos también vivían con ella, y los adultos se saltaban las comidas para asegurarse de que los niños comieran.

Gracias a su generoso apoyo, Victoria recibió comida, y mucho más. Cuando le explicó su desesperada situación a Sarita, una de las gestoras de casos de la Misión, quedó claro que también podíamos ayudarla de otras maneras. Victoria se quedó absolutamente atónita cuando Sarita le dijo que podía recibir ayuda para pagar las cuotas e impuestos atrasados de la comunidad de propietarios para que no la desalojaran.

El estrés que la abrumaba empezó a desaparecer y la esperanza volvió a su corazón. Se sintió invadida por una paz que no había sentido desde... bueno, desde siempre.

Cuando Sarita le explicó a Victoria que Dios la amaba y que había dado a su hijo para salvarla, ella decidió aceptar el perdón de Dios. "Sé que el Señor me envió a la Misión ese día", dice Victoria. "Como la mano de Jesús, la Misión me tendió la mano. Y me enseñaron lo que era la gracia y me mostraron la misericordia".

Las nubes se levantan

Aquel día, la vida de Victoria empezó a cambiar en grandes y pequeños aspectos. No sólo recibió alimentos y ayuda que aliviaron su hambre y sus problemas económicos. Su alma comenzó a ser restaurada. En las semanas y meses siguientes, continuó visitándonos, recibiendo ayuda y creciendo en Cristo. "Me rendí a Jesús en Phoenix Rescue Mission ese día, y ahora Jesús reina en el trono de mi corazón", dice Victoria.

Victoria con Sarita, la gestora de casos de la Misión que le proporcionó alimento para el cuerpo y el alma.

"He estado de luto toda mi vida, pero Dios lo ha sustituido por la alegría".

Este es el tipo de impacto que estáis teniendo en personas y familias de todo el Valle a través de vuestro apoyo compasivo. No solo cubrís las necesidades físicas, sino que abrís la puerta para que las vidas cambien de dentro a fuera.

Victoria está profundamente agradecida por la ayuda que le han prestado y por la diferencia que han marcado en su vida. "La Misión ha hecho mucho por mí, por mi alma", dice. "Soy una persona diferente. He pasado por muchas cosas, pero ahora me siento como un diamante en bruto, un tesoro salido de la oscuridad."

Hambrienta y a punto de quedarse sin hogar, Victoria acudió a nuestro banco de alimentos Hope for Hunger, ¡y eso lo cambió todo!