Historias de transformación: Jeff

Una noche, hace apenas un par de meses, Jeff caminaba cerca del campus de la Extensión de la ASU en el centro de la ciudad y, antes de darse cuenta, fue atacado por varios hombres y una mujer. En un intento de robarle la mochila, le dieron patadas, le golpearon con un bate, intentaron apuñalarle y le dejaron en un charco de sangre, inconsciente y con múltiples heridas. Las dos semanas siguientes las pasó en el hospital y, cuando le dieron el alta, lo metieron en un taxi y lo enviaron a la Phoenix Rescue Mission.

Como parte de nuestra misión de rescatar vidas, salvarlas, cambiarlas y servirlas, nuestro personal comenzó a atender sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. A través de nuestra hospitalidad, se están plantando en Jeff semillas de esperanza y la promesa de un futuro.

Jeff se encontró en las calles de Phoenix después de venir desde Seattle para ayudar a su hermana en un amargo divorcio. Pero el alcohol, las drogas y la rabia le hicieron perder el favor de su familia y se vio obligado a abandonar la casa de su hermana.

Cuando llegó a la Misión, bajó la cabeza, siguió las reglas y reflexionó sobre lo que había ido mal en su vida. Entonces faltó al toque de queda y su cama fue cedida a otro. Una semana más tarde regresó decidido a trabajar con los demonios de la destrucción que le habían llevado a ese punto.

Jeff disfruta de la seguridad que le proporciona la Misión y dice que "le sirve de amortiguador de la calle". Aunque a veces se siente avergonzado por alojarse en la Misión, está agradecido por tener un lugar seguro donde dormir por la noche.

Además, dice: "Me gustan mucho los servicios de la capilla. Me ayudan y desde hace dos días he empezado a rezar por mi cuenta".

Jeff cree que "todas estas locuras" han ocurrido por una razón. "Estoy aquí por una razón", dice. "Aquí es donde se supone que debo estar; es una oportunidad para ascender. Otra cosa que me gusta de este lugar es que me da tiempo para pensar, para aclarar mi mente y para rezar."

Jeff se encuentra en un punto de inflexión importante en su vida. Está descubriendo que la paz viene de Jesucristo. Está examinando su fe y está hablando con Dios. Está descubriendo la satisfacción de servir a los demás. Día a día tenemos el privilegio de plantar semillas de esperanza y de verle crecer y convertirse en alguien completo.

Jesús habla de esto en Lucas 13, donde cuenta la historia del agricultor que plantaba semillas. Algunas, dice, "cayeron a lo largo del camino... algunas cayeron en lugares rocosos... algunas entre espinas... algunas cayeron en buena tierra..." En el caso de Jeff, la semilla ha caído en buena tierra y está empezando a crecer y "dará fruto" mientras le ayudamos.