Historias de transformación: Cheryl

Me llamo Cheryl McCreight. Vine a la Misión el 10 de marzo de este año por primera vez, necesitando alimentar a mis hijos. La noche anterior, mi ex marido nos había echado a mí y a mis hijas y me sentía muy perdida. Pensaba, ¿qué voy a hacer? Tenía suficiente dinero para conseguir un apartamento, ¡pero no para comer!

...Hice algunas llamadas y me dijeron que podía alimentar a mis hijos en la Misión de Rescate de Phoenix. Cogí a mis hijos, les dije que íbamos a estar bien y los llevé a la Misión a comer. Recuerdo que me sentí tan a gusto cuando me senté en el comedor. Sentí que no tenía preocupaciones. Sé que en el momento en que me senté, el Señor entró en mi vida y me levantó. Después de comer, me acerqué a Sheryl y Sharon y les pregunté si podía ser voluntaria. Ellas, con los brazos abiertos, me dijeron que sí, que sería genial.

Mi voluntariado se convirtió rápidamente en un puesto de Asistente de Escritorio del Refugio, y ahora estoy deseando servir al Señor y a la Misión cada día que vengo a trabajar. Comparto un pasado similar al de muchos de nuestros clientes y tengo un corazón abierto cuando los ayudo. Sé que el Señor me está usando para hacer su trabajo y me apasiona marcar la diferencia en la vida de alguien. Mi lugar en la vida es compartir mis experiencias y ayudar a otros a saber que hay una luz hacia un futuro mejor. Sé personalmente que no es fácil sin un poco de ayuda y comprensión y que es difícil pasar por la vida sin alguien que te ayude a levantarte. A veces las personas que sufren en la Misión sólo necesitan un corazón comprensivo y alguien que les escuche en lugar de sentirse juzgados y heridos. Desde que llegué a la Misión, he crecido como cristiana y mi fe nunca ha sido más fuerte. Disfruto mucho ayudando a los que sufren y sé que la Misión de Rescate de Phoenix está haciendo el trabajo de Dios.

Gracias, Cheryl McCreight