La segunda oportunidad de Brian en la Misión puso fin a su condición de sin techo.
Brian acudió a nosotros en busca de una buena comida en 2007. Por aquel entonces era adicto, no tenía hogar y se sentía miserable, y llevaba así unos cuatro años.
"No era capaz de mantener un trabajo. Cada vez que intentaba recuperarme o limpiar un poco, acababa repitiendo los mismos errores".
Entonces se inscribió en nuestro programa de recuperación, se desintoxicó, encontró a Cristo y comenzó un nuevo camino... sólo para encontrarse con un nuevo tropiezo unos años después. La Misión siempre tiene claro que valoramos la restauración y nos preocupamos por la salud a largo plazo de nuestros clientes. No estigmatizamos a los que recaen, sino que les invitamos a reconstruir una base sólida, basada en Cristo, y una comunidad para su bienestar a largo plazo.
"Sabía que la única oportunidad que tenía de dar un giro a mi vida era formar parte de una comunidad de personas que se apoyaran mutuamente; esa es la hermandad que encuentras en Phoenix Rescue Mission. Sabía que la gente me apoyaría y animaría allí. Volví allí y traté de entrar. Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida".
Esta vez, está conectado. En lugar de ir solo, se asegura de mantener la responsabilidad y las conexiones que marcan la diferencia. De hecho, ha encontrado un apartamento propio junto a otros tres graduados que han recorrido un camino similar, para asegurarse de que las conexiones que necesita están al alcance de la mano.
La segunda vez, pudimos ponerle en contacto con una subvención que le permitió obtener su permiso de conducir comercial. Lo está utilizando para conducir camiones basculantes y no podría estar más contento.
"Llevo más de un año haciendo esto", dice, "y me encanta. A veces tengo que pellizcarme porque no puedo creer que lo esté haciendo. Se siente bien tener una gran carrera y ganar buen dinero haciéndolo".
Gracias por hacer el regalo que hizo posible que Brian tuviera un hogar para las vacaciones.
