Cuando se trata de satisfacer las necesidades de la gente, Jussane ha estado allí y lo ha hecho. Es licenciada en liderazgo y gestión de organizaciones sin ánimo de lucro, ha atendido a personas sin hogar en el Dream Center de Los Ángeles, ha trabajado como gestora de casos en un refugio local para mujeres y ha atendido a jóvenes en régimen de acogida en el Dream Center de Phoenix.
Se podría pensar que toda esa experiencia proviene de un sueño de toda la vida para cambiar el mundo. Pero en el caso de Jussane, empezó con una vocación.
"Leí un libro de Matthew Barnett y sentí que Dios me llamaba al LA Dream Center. Mientras estaba allí, visité Skid Row. Nunca había oído hablar de él. Dios lo utilizó para trabajar en mi corazón. Volví pensando: "¿Qué voy a hacer con esto?".
En poco tiempo, Jussane se encontró regresando a Skid Row una y otra vez, y finalmente trajo a hombres y mujeres de su iglesia para que la ayudaran a atender a los sin techo. A partir de ahí, empezó a trabajar como voluntaria a nivel local, aprendiendo cada vez más sobre la complejidad de los sin techo.
Fue entonces cuando un amigo le presentó a Phoenix Rescue Mission.
"Tuve una entrevista con Nathan (nuestro director de programas). Recuerdo que hice una breve y honesta oración con Dios y le dije: 'Dios, si esto es para mí, voy a pasar por esa puerta y si no es para mí, será mejor que la cierres', porque estaba muy emocionada por trabajar aquí."
Al día siguiente, Phoenix Rescue Mission añadió un nuevo y valioso miembro a nuestro equipo de alcance. Eso fue en 2017. A través del trabajo duro y la dedicación, fue promovida a Supervisora de Alcance en la Calle en 2019 y este septiembre a Directora de Compromiso con la Comunidad, supervisando nuestro Programa de Desviación de la Justicia Penal, Glendale Works, el Banco de Alimentos Hope for Hunger, nuestras Despensas Móviles, el Mercado Comunitario, nuestro creciente equipo de Alcance en la Calle Hope Coach, ¡y más!
"Cualquiera que no esté en nuestro campus residencial es nuestro cliente. Mi objetivo es asegurarme de que hacemos lo que hacemos con excelencia, para que, cuando asumamos nuevas oportunidades, estemos bien equipados. Somos las manos y los pies de Cristo. Cuando la gente nos llama, sabe que va a recibir el mejor servicio. Nuestros clientes necesitan sentirse apoyados, queridos, y que sus necesidades están cubiertas. Esa es mi prioridad".
